Análisis económico de las Comunidades Autónomas

Para que sea integral, cualquier estudio de la situación de las Comunidades Autónomas requiere la elaboración de una serie de indicadores, que nos permitan conocer la realidad socio-económica presente de cada territorio, así como realizar un seguimiento de su evolución durante los últimos decenios.
 
Para retratar la realidad económica de las Comunidades se hace uso tanto de indicadores de coyuntura como de crecimiento, que muestran las posibilidades y  dificultades que en la actualidad tienen las Comunidades Autónomas para progresar en un entorno exterior cada vez más cambiante, al que han de adaptarse de manera continua y sin retraso. Son indicadores elaborados con los últimos datos estadísticos disponibles que ofrecen los organismos públicos españoles y comunitarios.
 
En un sentido amplio, el concepto de capital público incluye las infraestructuras institucionales, técnicas y sociales. En el mismo se incluyen, por lo tanto, las correspondientes a la Administración General, Defensa, Seguridad ciudadana, Justicia, Redes de transportes, Recursos hidráulicos, Educación, Sanidad y Cultura, entre otras políticas de gasto. Pero además de las dotaciones físicas y equipamientos, generados mediante inversión pública (capítulo 6 de los Presupuestos Generales del Estado), las políticas de gasto incluyen otros recursos personales y materiales recogidos en diferentes capítulos presupuestarios que no se analizan aquí.
 
El estudio del perfil económico financiero de las Comunidades Autónomas nos introduce en un ámbito cualitativamente diferente, partiendo de la evolución, durante los últimos años, del PIB de las CC.AA. y la situación de su mercado de trabajo, observando las diferencias de comportamiento de las mismas y sus causas. A partir de aquí, el análisis de la productividad y de la estructura productiva ocupa un papel especial, ya que la productividad, junto a la tasa de ocupación, es un determinante directo del PIB por habitante. La productividad está estrechamente relacionada con la acumulación de dos activos intangibles, el capital humano y el tecnológico. Las diferentes dotaciones de este tipo de activos entre las diferentes Comunidades Autónomas ayudan a explicar las diferencias de productividad entre las mismas. Por ello, se incluyen referencias a indicadores de capital humano, indicadores de de I+D o indicadores de redes de transporte. Para efectuar este tipo de análisis, no se olvidan los aspectos demográficos,  y,  en particular, el impacto que los flujos inmigratorios han tenido en las economías autonómicas.
 
Las posibilidades de aumentar la capacidad productiva de las Comunidades Autónomas y de vencer los obstáculos que dificultan su pleno desarrollo guardan estrecha relación con las políticas que se estudian en el análisis económico. La política territorial, desarrollada tanto por la Administración General del Estado como por la Unión Europea, ambas en colaboración con las CC.AA., se orienta a incidir positivamente en el crecimiento de las menos desarrolladas, centrándose en la acumulación de dotaciones de factores productivos, sobre todo capital tecnológico, capital humano e infraestructuras, sin olvidar la creación de empresas y la generación de iniciativas empresariales.