Inauguración Jornadas Formativas Aprogc sobre Inmigración Irregular

09/05/2013

Quiero empezar agradeciendo a la Asociación Profesional de la Guardia Civil su acertada iniciativa.
Unas jornadas formativas como estas, que aborden y traten con claridad el problema y la complejidad de la extrema presión migratoria sobre Melilla, son tan necesarias como adecuadas para conocer mejor las distintas aristas del problema al que nos enfrentamos.
Las Jornadas cuentan con tres ponentes expertos que permitirán abordar el tema desde distintos puntos de vista.
Deseo que sean tan fructíferas como a priori es posible esperar y deseo que sirvan a todos los que participáis en estas jornadas, para poder afrontar vuestro trabajo con más conocimiento y más seguridad para el buen fin de vuestra misión.
Creo que podemos sentirnos orgullosos de compartir esta jornada con muchos de los guardias civiles que cumplen servicio en esta ciudad y que, con independencia de su rango, realizan en todos los casos misiones muy necesarias para garantizar la seguridad y la tranquilidad de los melillenses.
La Guardia Civil es un cuerpo con misiones muy amplias y variadas que exigen a sus miembros una formación cada vez más compleja e incluso de elite.
Pero la Guardia Civil en Melilla es, sobre todo, custodia de nuestras fronteras, lo que supone enfrentarse a una casuística marcada especialmente por nuestra realidad de ciudad fronteriza.
La frontera es lugar de intercambio y de prosperidad con enorme potencial de desarrollo para un lado y otro de sus lindes. Pero es también una zona muy sensible, que a lo largo de los 11,5 kilómetros de perímetro terrestre se convierte en zona de seguridad y de vigilancia constante e intensiva por parte de los guardias civiles.
Sé de la entrega y sacrificio que exige la vigilancia de la valla fronteriza, y de la necesidad de mejorar las condiciones en que realizan esa vigilancia los miembros de la Benemérita; y por ello, no cejo en mi empeño de conseguir, como digo, esas mejoras
Cada día que paso en el cargo de Delegado del Gobierno, soy más consciente del difícil trabajo que realizáis, de los intensos y difíciles turnos que conforman los distintos servicios y de la peligrosa exposición a la que os veis sometidos en vuestras funciones de custodia de la frontera de Melilla.
Los niveles de presión migratoria sobre nuestra ciudad desgraciadamente no aminoran. A la presión constante sobre la valla se añaden las nuevas y peligrosas fórmulas que desarrollan las mafias que trafican con los inmigrantes.
Muy a menudo la Guardia Civil evita la muerte de jóvenes subsaharianos que acaban convertidos en víctimas de quienes negocian y trafican con la vida de los seres humanos.
La Guardia Civil se convierte así en tabla de salvación para las incontables víctimas mortales de las despiadadas y peligrosas mafias que obtienen beneficio de la miseria y de los más débiles.
De hecho, el rescate constante de inmigrantes camuflados en escondites imposibles e inhumanos practicados en coches manipulados por las mismas y criminales mafias, forma parte del día a día de la Guardia Civil en esta ciudad.
Melilla, como todos sabemos, es puerta de entrada a Europa para el África en desarrollo o en subdesarrollo. Es destino apetecible para los que desean asentarse en el Primer Mundo. Pero la realidad nos impone que sólo podamos admitir la inmigración ordenada y regular. En ningún caso, la inmigración que se convierte en víctima del negocio de las mafias y que, en un altísimo porcentaje, queda condenada a la marginalidad y la exclusión social.
He trasmitido varias veces en esta etapa como Delegado del Gobierno todo mi apoyo y reconocimiento a los guardias civiles, porque sé de su duro e intenso trabajo.
Pero, aún así, quiero insistir en mi apoyo a la Guardia Civil, un cuerpo de seguridad pública que, como ya he dicho varias veces, está al servicio de los ciudadanos y actúa en defensa del ordenamiento jurídico vigente.
Y lo subrayo una vez más porque me parece necesario hacerlo frente a aquellas voces que se empeñan en cuestionar su quehacer y en confrontarlo con los Derechos Humanos, como si el respeto a los supremos derechos del hombre y la encomienda legal de defensa de nuestras fronteras fueran valores que debieran contraponerse.
Como ya dije aquí en esta Comandancia hace unos días, con ocasión de mi Salutación al MIR del GRS destinado a nuestra ciudad, “quienes caen en ese juego, quienes enarbolan la solidaridad de manera irresponsable y como valor contrapuesto a la labor de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, incurren en una tremenda injusticia que niega y desprecia la gran labor de auxilio humanitario que la misma Guardia Civil presta a los inmigrantes”.
Sé de los muchos guardias que han sufrido lesiones diversas mientras cumplían servicios en la valla fronteriza de Melilla o defendiendo las lindes marítimas de nuestra tierra: Trabajadores comprometidos con nuestra tierra y nuestros intereses, hombres y mujeres que son fieles a sus obligaciones y que, lejos de ser injuriados injustamente, merecen de nuestro reconocimiento y de nuestra coherencia.
Por todo ello, mi agradecimiento y mi apoyo una vez más a la Guardia Civil y mi respaldo a su quehacer diario, a veces tan ingrato y difícil como necesario para el bien general de nuestra sociedad.
Termino, felicitando a los organizadores (APROG) y ponentes de estas Iª Jornadas y en especial a sus promotores