El delegado del Gobierno habla sobre Seguridad en Ceuta en una conferencia organizada por el PP ceutí

El delegado del Gobierno durante la charla en la sede del PP

17/01/2013

Conferencia


El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez ha ofrecido esta tarde-noche, en la sede del Partido Popular, una charla bajo el título “Análisis, medidas y actuaciones sobre la seguridad en Ceuta”. Una actividad formativa organizada por los populares ceutíes, que ha contado con la presentación del presidente regional, Juan Jesús Vivas

En la cita de las 20.00 horas, el delegado ha hecho un repaso del marco legal aludiendo a la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, actualmente vigente y recientemente revisada el pasado 13 de marzo de 2011, que responde al mandato constitucional reflejado en el artículo 104 de la Carta Magna en la que prevé que una Ley Orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La existencia de varios colectivos policiales que actúan en un mismo territorio con funciones similares y, al menos parcialmente, comunes, obliga necesariamente a dotarlos de principios básicos de actuación idénticos y de criterios también comunes, y el mecanismo más adecuado para ello es reunir sus regulaciones en un texto legal único que constituye la base más adecuada para sentar el principio fundamental de la materia: el de la coordinación recíproca y de coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pertenecientes a todas las esferas administrativas, ha recordado el delegado del Gobierno.

El primer punto del Artículo 1 de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, establece que la Seguridad Pública es competencia exclusiva del Estado. Su mantenimiento corresponde al Gobierno de la nación. Y respecto de las corporaciones locales señala que participarán en el mantenimiento de la Seguridad Pública en los términos establecidos en la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local. En este sentido, el delegado refiere lo prevenido en la legislación, que no es otra cosa que las actuaciones que practiquen los Cuerpos de Policía Local en el ejercicio de sus funciones, como las de Instruir atestados por accidentes de circulación dentro del casco urbano, o efectuar diligencias de prevención y cuantas actuaciones tiendan a evitar la comisión de actos delictivos en el marco de colaboración establecido en las Juntas de Seguridad, deberán ser comunicadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado competentes.

Respecto de los agentes del orden, el delegado apunta –tal y como expone el espíritu de la Ley- que los funcionarios de policía materializan el eje de un difícil equilibrio, de pesos y contrapesos, de facultades y obligaciones, ya que deben proteger la vida y la integridad de las personas, pero vienen obligados a usar armas; deben tratar correcta y esmeradamente a los miembros de la comunidad, pero han de actuar con energía y decisión cuando las circunstancias lo requieran, y la balanza capaz de lograr ese equilibrio, entre tales fuerzas contrapuestas, no puede ser otra que la exigencia de una actividad de formación y perfeccionamiento permanentes respecto a la cual se debe poner un énfasis especial.

Respecto de la Seguridad Pública, competencia exclusiva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, reconoce “sin que nadie deba echar balones fuera, que también depende de la eficacia de la policía, del funcionamiento del Poder Judicial, de las políticas estatales y de las condiciones sociales”.

El delegado ha hablado de la Ley 1/92, de Protección de Seguridad Ciudadana y de su desarrollo. Ha indicado quiénes son las autoridades competentes a la hora de la aplicación de este texto legal y ha dado un repaso sobre el contenido de la misma. Se trata de un amplio espacio legal que defiende la libertad de los ciudadanos y los protege en un extraordinario ejercicio de equilibrio ‘libertad-seguridad’.

En su charla hizo referencia a la sensación de inseguridad, algo que se considera realmente muy subjetivo y en el que influye más lo psíquico que la lógica racional. “Es la permanente y muy humana confusión entre el delito y el conflicto (lo delictivo y lo conflictivo)”
¿Es cierto que determinadas barriadas de la ciudad son el centro neurálgico de la actividad delictiva?. La respuesta es un rotundo no.
Los actos delictivos se producen en diversos lugares –como sucede generalmente en todas las ciudades-, lo que implica que un barrio no sea más ‘inseguro’ que otro. Lo que ocurre, es que sociológicamente, se ha estigmatizado una zona concreta y se confunde el conflicto con el delito, generando esa sensación tan humana pero realmente tan subjetiva.
Sin embargo, y por otra parte, es innegable que los procesos de degradación física y social del tejido urbano, con el añadido de un urbanismo tan ilegal como irracional (permitido a lo largo de los años), están estrechamente relacionados con esas sensaciones de inseguridad - a veces con la realidad evidente de una pervivencia más factible de lo ilícito-.
Habría que articular planes para evitarlos, disminuir su progreso o dificultar los ‘efectos dominó’ por causa de una administración laxa y permisiva con estas irregularidades.
Lógicamente, cuando se ha llegado a niveles importantes de deterioro, es imprescindible poner en marcha proyectos de dignificación, tanto social como territorial, de los barrios afectados. Y esto es algo que creo les suena a todos en Ceuta.

Parece que, por obvio, no es necesario explicar el papel tan importante que en todo ello pueden desempeñar los planes urbanísticos, el control de la disciplina urbanística y la persecución de irregularidades y fraude en este sector.
El delegado ha hecho también referencia a la situación que, en el ámbito de la seguridad, influye el hecho de ser una ciudad fronteriza.
Ceuta –apuntó- es frontera con un país al que supera, en términos de renta, al menos por cinco veces y hasta por 16 en su relación de más estrecha vecindad.
Este factor contribuye al hecho de que cada año más de 6 millones de personas crucen de un lado a otro nuestro paso fronterizo. Unos a buscarse la vida, otros a portear, a trabajar, algunos otros a comprar, pero entre ellos también aparece el que viene a delinquir. Entre España y Marruecos sale menos gravoso delinquir en nuestro país, y el delincuente del otro lado de la frontera, lo sabe.
“Entiendo la presión empresarial ceutí de hacer fluir cada vez más el paso fronterizo pero ello, que acarrea buenos réditos al sector económico, provoca serios problemas de seguridad del que sale mal parada la población en general. Robos con fuerza, con nocturnidad, hurtos, aumento de pedigüeños, entrada de menores no acompañados, inmigrantes…” son consecuencia de una permeabilidad excesiva en la frontera, que no suele ser bien valorada, por sus efectos.
Ha hablado de la ratio policía/ciudadano “de las más altas en España”. Casi 1.400 funcionarios para 82.000 habitantes; repasará la labor de la Guardia Civil, del CNP y de la Policía Local como cuerpo auxiliar de las FFyCCSE.
Por ello, insistió en que “por las especiales circunstancias territoriales, se hace necesaria que las distintas plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la ciudad se encuentren bien formadas; implicadas con la sociedad donde sirven; con arrojo en el desarrollo de su trabajo; bien dirigidas por una cúpula que sepa mantener alta la moral de los agentes, y por una Administración que dé cobertura, en su extensa expresión, a los trabajos que llevan a cabo todos y cada uno de los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que no es otro que el de cumplir y hacer cumplir la Ley”.
El delegado introdujo a la audiencia la función de las Juntas Locales de Seguridad, que deben ser convocadas por los presidentes-Alcaldes y que, de asistir el delegado del Gobierno, será copresididas. González Pérez afirma que “Estas Juntas son un instrumento eficaz si se logra mantener en el tiempo el impulso que siempre se genera durante las primeras semanas de la toma de decisiones tras su convocatoria”.
A modo de conclusión, el delegado apuntó a que “la Seguridad es cosa de todos. De las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sí. Pero también de los ciudadanos con cuya colaboración se cuenta, a través de las denuncias para atajar con mayor eficacia la comisión de delitos y luchar contra el mundo delincuencial”.